13 octubre 2009

EL RETORNO

Si realmente la vida te eneseña algo útil, si de algo te vale la experiencia, es para saber que no existe el retorno. En términos científícos es algo obvio: al tiempo pasado no se puede retornar, al menos en las dimensiones cartesianas en que nosotros nos movemos. En términos del alma, tan sólo es un deseo. e igualmente imposible.
Aferrarse al pasado es tal vez un síntoma de infelicidad, de falta de presente, de ideas, de objetivos. El pasado debe estar ahí para el recuerdo y, prosaicamente, para no cometer los errores de otrora. Querer retornar además de absurdo e imposible, conduce a la negación de tu actualidad, de que el presente tiene un sentido que hay que elaborar.
Y si no lo tiene, el retorno imposible hará más imposible buscarlo, conduciéndonos a una pérdida de la sensibilidad actual, haciendo actuales, más que nunca, aquellas palabras de Tagore que nos dicen: "Si lloras porque no ves el sol, tus lágrimas te impedirán ver las estrellas." Sin embargo, los hombres nos empeñamos muchas veces, en brazos de la nostalgia, en retornar al pasado. No es malo volver a aquel lugar, recordar aquella melodía, siempre que sepamos que lo que sentimos antes ya nunca volvera a ser lo mismo.
Vivir en el pasado es triste, aunque el pasado sea maravilloso, porque además de ser incapaces de aceptar la realidad tampoco estamos preparados para construirla.
Si miramos al espejo, ¿qué imagen nos devuelve?, Desde luego la actual, nos guste o no. El secreto es la aceptación de uno mismo en cada momento. Lo contrario es el desengaño, la vida artificial y la inadaptación, que lleva a la infelicidad.
Bendito presente, porque estoy en él. El mañana aún no ha llegado, y el pasado ya se fué. No pretendo que olvidemos, los recuerdos pueden ser preciosos, pero no intentemos retornar.
Aquello............................ya no existe.

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